Este exuberante ecosistema se asocia a climas húmedos y cálidos en áreas de baja elevación hasta 1000 msnm. En nuestro país, la selva se encuentra en la vertiente del golfo, desde el Sur de San Luis Potosí hasta Guatemala. Ocupa un total de 14 649 200 ha, el 7.4% de la cubierta vegetal de nuestro país. El color de la madera de sus árboles, algunos de más de 50 m de altura, varía desde las más claras a las más oscuras, como la caoba. Se divide en tres estratos principales: el nivel arbóreo, compuesto de grandes árboles rectos; el sotobosque, donde hay plantas de 5 a 7 m de altura; y finalmente el estrato bajo, o el piso del sotobosque, poblado por helechos, plantas rastreras y los renuevos o plántulas. Al no tener luz en esta zona, las plantas se han visto obligadas a evolucionar a plantas trepadoras, que se enredan en los troncos de los árboles hasta las zonas iluminadas.
diurna y nocturna. Este ambiente está poblado una infinidad de animales, desde insectos y gusanos hasta jaguares. Los habitantes de los árboles, como los monos y las aves, rara vez bajan al suelo ya que sus necesidades son cubiertas con la vegetación en esta zona. Los reptiles y los anfibios se proveen de alimento en el piso del sotobosque, cazando en su mayoría insectos y pequeños mamíferos. El habitante de mayor tamaño de las selvas húmedas es el jaguar. Este felino es un excelente depredador; está ubicado en la parte más alta de la cadena alimenticia. La mayoría de los animales que viven en la selva tienen vistosos pelajes o plumajes; sin embargo, en la espesura de la vegetación los animales se confunden con el entorno, por lo que en muchas ocasiones sólo pueden ser localizados por los ruidos que emiten.
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